3. DEPORTES DE LANZAMIENTO
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Los griegos son los inventores del lanzamiento de disco, jabalina y peso, aunque éste último no existió en los Juegos Olímpicos.

El lanzamiento de disco formaba parte del pentatlón en los Juegos Olímpicos y no se solía celebrar en los festivales atléticos griegos como especialidad autónoma fuera del pentatlón.

Esta disciplina tenía una mayor belleza con respecto al lanzamiento de jabalina.

Los primitivos discos griegos se hicieron de piedra, posteriormente aparecieron de bronce y plomo.

La palabra diskos etimologicamente significa “objeto arrojadizo”. El disco era muy variable en peso (1.2 a 5.7 kg) y en tamaño (20 y 23 cm de diámetro) y que superaban a los discos actuales, quizás por ello, las marcas eran muy inferiores a las actuales.

Los griegos no hacían uso de los giros completos en su técnica para el lanzamiento de disco, aunque Carl Diem defendió la existencia de una técnica semejante a la actual con giros completos, basándose en las descripciones e interpretación de las esculturas y pinturas griegas de lanzadores.

En la antigua Grecia los atletas lanzaban los mismos discos para que hubiera igualdad de condiciones entre todos ellos, y estos discos eran guardados en el tesoro.

El lugar desde donde los atletas arrojaban el disco se denominaba balbís y tenía forma rectangular. Esta misma zona era usada por los lanzadores de jabalina, quienes necesitaban tomar mucho impulso, por lo que se puede deducir que no existía un límite trasero.
Una vez realizado el lanzamiento del disco se colocaba una varilla o un pequeño clavo en el sitio donde caía el disco para que los jueces, el atleta y los espectadores pudieran saber al momento si habían superado al anterior lanzador.

El lanzamiento de jabalina era la otra disciplina dentro de los lanzamientos. La jabalina no se consideraba un arma de guerra, sino una vara ligera y flexible, tal como se puede ver representada en las pinturas.

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Es curiosa la forma de lanzar la jabalina que tenían los griegos, ya que hacían uso de una tira delgada de cuero denominada anklie de unos 40 cm, la cual, se enrollaba hacia la mitad de la jabalina, dónde los griegos introducían los dedos índice y medio en una lazada al final de la tira de cuero. Al lanzar la jabalina, el anklie quedaba desenrollado en la mano del lanzador que, al parecer, conseguía estabilizar el vuelo de la vara y alcanzar más distancia.

Bibliografía:

- RODRÍGUEZ LÓPEZ, J., Historia del Deporte. Inde Publicaciones, 2000.

Editado por Tamara Herrera Morgado.

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